Mi ritual: desmaquillante 3

Ya os ha hablado en otras ocasiones de los productos que utilizo para desmaquillarme TODAS las noches. Sí, es importante destacar que debe realizarse siempre, sobre todo si te has maquillado, pero también si no lo has hecho (en este caso, en lugar de tres productos podría reducirse a dos o incluso a uno sólo). Siempre hay que hacer algún paso de limpieza facial antes de aplicarse los tratamientos hidratantes y/o nutritivos de noche para que éstos hagan todo su efecto.

En el primer ritual desmaquillante del que os hablé (ver aquí) os hablaba de un desmaquillante de ojos y otro para el resto de la cara. Meses después, en el segundo ritual desmaquillante (ver aquí) ya introduje un tercer producto, el agua micelar. Ahora quiero también introducir un cuarto producto (sí, sí, casi todos los uso todas las noches y luego aplico sérum e hidratante, así como bálsamo labial y crema para las manos, por lo que el rato que paso en el baño antes de irme a la cama cada vez es máaaaaas largo, pero creo, sinceramente, que merece mucho la pena). En fin, que de ese cuarto producto os hablaré más tarde.

Primero quiero mostraros los tres productos básicos de mi ritual desmaquillante. Primero, vuelvo a optar por un desmaquillante exprés bifásico para ojos, en esta ocasión el de Yves Rocher, con el que he vuelto a repetir porque me ha encantado. Es suave y, a la vez, consigue arrastrar hasta productos resistentes al agua, no deja sensación grasa y no pica ni escuece los ojos; sin duda, es uno de mis productos favoritos de la marca. Su precio habitual es de 7,80 euros (125 ml.), aunque es fácil encontrar alguna promoción que lo deje al 50% (ahora mismo hay una en su web).

En segundo lugar aplico el desmaquillante de rostro; en este caso he optado por la Leche fundente y tónico desmaquillante 2 en 1 Demaq Expert de L'Oreal. Tiene un olor fantástico pero además es muy fresquita. Cuando se aplica en el algodón parece un desmaquillante convencional en crema, pero al repartirlo por la cara se vuelve casi líquida, como un tónico, y arrastra bien el maquillaje. Su precio ronda los 10 euros (150 ml.).

Aún así, siempre aplico luego el agua micelar, en esta ocasión el de Bioderma, que es fantástico. Arrastra todo lo que quede de suciedad suavemente y deja la piel fresquita y perfectamente preparada para aplicar las cremas. Ya os hablé de este producto aquí, así que no quiero volver a repetirme.

Y os iba a hablar del limpiador facial que utilizo cada dos días, el famoso Piel de Ángel de Lush, pero mañana os contaré en detalle que si no queda un post muy largo...